Pedro Barragán
Hace unos días que se ha comenzado a discutir en las asambleas del 15M de Madrid el Manifiesto 15M. Ha sido la asamblea de San Blas/Canillejas quien ha aprobado el documento y ha lanzado el debate. El Manifiesto 15M (http://manifiesto15m.blogspot.com.es/) es un documento que consta de cuatro partes.
En primer lugar, resume el
momento histórico en el que se encuentra el sistema político y económico
español. Paro, reducción de salarios, recorte de pensiones, recortes en sanidad
y educación, desahucios, que conviven en el tiempo con las decenas de miles de
millones de euros destinados a rescatar a la banca y con la corrupción
generalizada del poder. Crisis económica, reducción de impuestos a las empresas
y rescate bancario crean el problema de la Deuda que se pretende resolver
sacrificando a los ciudadanos. Democracia secuestrada donde el bipartidismo del
PP-PSOE mantiene sometido el poder del Estado a la voluntad de los poderes
económicos.
En segundo lugar y sobre la
caracterización del momento histórico el Manifiesta 15M desarrolla su programa
de cambio social, donde aborda el proceso constituyente (la apertura de un
proceso de debate popular que mediante la participación ciudadana cambie las
bases del sistema político actual, en palabras del propio Manifiesto), el
cuestionamiento de la Deuda Pública, la reducción de la edad de jubilación para
luchar contra el desempleo, la reforma fiscal (el regreso a un sistema
progresivo, la lucha contra el fraude fiscal), la recuperación del estado
social (salario mínimo de 1.000 euros, pensión mínima igual a salario mínimo,
ampliación de la prestación de desempleo, reducción del gasto militar) y la
creación de una banca pública. Un programa radical de cambio social, con
capacidad para aglutinar a la mayoría social y que se declara abierto a ser
mejorado y detallado por todas las asambleas y movimientos que lo suscriban.
En tercer lugar, tras anotar que
para alcanzar estas demandas es preciso sacar a la calle a todos los ciudadanos
afectados por las políticas neoliberales aplicadas por éste y el anterior
Gobierno, el Manifiesto lanza su llamamiento. Un llamamiento a todas las
asambleas, a todos los movimientos sociales, a todos los partidos políticos
contrarios a las políticas neoliberales y a todos los ciudadanos, con el
objetivo de crear un frente común
-
“donde se pueda discutir, mejorar y acordar los
objetivos del movimiento
-
desde donde se pueda organizar la movilización de todos
los ciudadanos en la calle
-
y desde donde se pueda preparar el asalto electoral de
la ciudadanía a todas las instituciones políticas”.
Por último, aborda el
funcionamiento de este frente social para que pueda desarrollar la movilización
ciudadana. Un funcionamiento que no puede ser sino asambleario, “a nivel de
cada barrio, de cada pueblo o ciudad, de cada Universidad. Que en cada lugar se
articule un foro que agrupe a todos los movimientos y organizaciones, donde se
discutan y se preparen todas las movilizaciones concretas”. En el ámbito de las
movilizaciones ya venimos desarrollando en los últimos meses una experiencia
concreta en el desarrollo de mareas y convocatorias. En el ámbito político
electoral la técnica de primarias donde los candidatos son elegidos por
sufragio universal por todos los participantes y amigos del movimiento puede “garantizar
que los nuestros si nos representen”
Hasta aquí el resumen del
Manifiesto 15M. Anotemos también algunas reflexiones personales.
Nos encontramos, como dice el
documento, en un momento de urgencia social, donde es necesario impedir que el
gobierno actual del PP se suceda a sí mismo o se alterne con el PSOE con algún
cambio pero manteniendo el sistema igual. La gravedad del ataque neoliberal y
las consecuencias sobre las clases sociales más desfavorecidas, sobre la
mayoría social, sobre el 99%, nos exigen lanzar un asalto al poder y nos exigen
hacerlo ya. No nos resuelve el problema que Izquierda Unida (IU) y los partidos
de la Izquierda Plural y de la izquierda nacionalista obtengan un 5 o un 10%
más de votos en las próximas elecciones, que logremos sacar a la calle a 7
millones de personas (como hicimos el 14N), si al final el PPSOE y sus
políticas se perpetúan en el poder.
Es necesario fraguar la unidad de
todos los ciudadanos en las movilizaciones en la calle contra las políticas
concretas neoliberales y sus consecuencias sobre la ciudadanía, pero es
necesario también articular una alternativa política capaz de derrotar al PPSOE
en la batalla electoral. El Manifiesto 15M y su propuesta de desarrollar un
frente social que aglutine a las asambleas del 15M, a los movimientos sociales
y a los partidos políticos contrarios a las políticas neoliberales, puede tener
la capacidad de polarizar la sociedad, de atraerse la mayoría social y de ganar
la batalla electoral. El ejemplo de Syriza en Grecia nos marca el camino.
Tenemos una responsabilidad
histórica concreta y la tenemos hoy. Todos los ciudadanos, todos los
participantes en el movimiento 15M y en el resto de movimientos sociales, todos
los militantes de los partidos políticos contrarios al neoliberalismo tenemos
la responsabilidad de articular este frente social unitario que nos permita
traer el cambio social o al menos soñar y luchar por él.
Y no podemos esperar a que todos
demos el paso a la vez. Hay que discutir el Manifiesto 15M en todas las
asambleas y promover la adhesión. La única forma de que mañana 200 asambleas y
organizaciones compongan este frente social es que hoy los que ya estamos
convencidos demos un paso adelante.
Podremos o no podremos ganar la
próxima batalla electoral, ¡quien lo sabe!. Pero si podemos afirmar que si no
desarrollamos este frente social que promueve el Manifiesto 15M no tenemos
ninguna posibilidad.
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